Contar con un seguro es importante en la planeación financiera de la familia mexicana, ya que nos ayuda a proteger nuestro patrimonio en caso de enfermedades, accidentes o del fallecimiento, dependiendo del tipo de seguro que hayamos adquirido. Al menos eso es lo que creemos, especialmente en el caso de los seguros de gastos médicos, donde podemos contar con la ayuda económica para sufragar los gastos por enfermedades graves, además de la poca confianza que los servicios públicos de salud brindan, al ser frecuentes los escándalos por negligencias médicas.

Sin embargo, el lado oscuro de las aseguradoras nos lo han permitido conocer tanto los abogados de cobro de un seguro como las personas que, por desgracia, se han visto poco favorecidas por las determinaciones arbitrarias y unilaterales de las aseguradoras que les han negado el pago por servicios contratados.

Un estudio realizado por la Universidad Panamericana de Guadalajara reveló que, el principal problema de los mexicanos es la falta de cultura en materia de seguros, además del desconocimiento del tipo de seguro que se contrata. Por su parte, la Condusef indica que la cultura de los seguros tiene baja penetración en los mexicanos, mientras que en países latinoamericanos como Colombia y Uruguay, los seguros tienen un 80% de aceptación.

Sin embargo, los expertos en temas fiscales se cuestionan si realmente se trata de un problema de falta de cultura o si en realidad la falta de credibilidad en las empresas ha provocado la desconfianza en las aseguradoras, así como la negativa a utilizar sus servicios.

Muchas personas tienen conocidos, familiares o amigos que han enfrentado largos y sinuosos procesos legales para poder realizar los trámites de cobranza del seguro, además de que las políticas de venta de estas entidades permiten el desconocimiento del usuario respecto a la póliza que contrata, por lo que no conocen los alcances reales de la protección contratada.

Entre las quejas de los usuarios de seguros se encuentran los malos tratos en clínicas, donde les tratan diferente que a los pacientes que pagan los servicios médicos al no contar con una póliza que los respalde, en cuanto al robo de vehículos, se debe presentar una gran documentación, cuando solo se tendría que reportar es la verificación del robo del automóvil, mientras que para los seguros de vida hay que acreditar muchos eventos y hechos, muchos fuera del alcance del beneficiario y, aun cuando puede hacerlo, el pago es un proceso extenuante y muchas veces no se consigue, ofreciéndose en muchos casos, solo una parte de lo pactado que en su desesperación, es aceptada por el usuario.

Por su parte, la Condusef es un organismo  que sólo actúa como árbitro, un mediador sin facultades coercitivas, que sólo impone sanciones si la aseguradora no proporciona información, documentación o no acude a las audiencias. Sin embargo, es indispensable acudir a este organismo, pues las actas que levanta sirven como requisito para una demanda judicial, de lo contrario corremos el riesgo de que la demanda sea improcedente.

Las quejas en contra de las aseguradoras han ido en aumento en los últimos años, por lo que es muy importante revisar muy bien las cláusulas antes de firmar una póliza, así como solicitar la asesoría jurídica en caso de ser una víctima del incumplimiento. Si usted enfrenta un problema con su aseguradora, llámenos, en Lex & Co somos expertos en el área de seguros y le ayudaremos a obtener una resolución favorable.

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