Uno de los sectores más olvidados para las aseguradoras es aquellas personas en situación de pobreza, que no cuentan ni con los recursos económicos para adquirir un seguro ni el conocimiento en cuento a sistemas de previsión. Según datos del INEGI el 50% de la población mexicana es de escasos recursos, lo que los deja desprotegidos en caso de accidentes o muerte del responsable de la manutención de la familia.

En México existe una baja inclusión financiera que no se limita solo a los servicios bancarios sino también a los seguros. Existe una baja penetración de la cultura aseguradora, por lo que las ventas de esta industria no superan el 2% del Producto Interno Bruto de México, en comparación con países como Chile, donde tienen el 4%.

Es por ello que muchas aseguradoras han implementado microseguros especiales para la población de bajos recursos, sin embargo han tenido resultados incipientes.

Según la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas para el tercer trimestre de 2013 existían 637,848 pólizas de microseguros activas, de esta cifra el 70% corresponde al ramo de vida, mientras que el 30% a accidentes y enfermedades.

En México es muy difícil convencer a las personas sobre la importancia de un seguro ya que no se tienen los recursos o el conocimiento sobre los sistemas de previsión. Además existe otra problemática: la falta de confianza en las aseguradoras.

Según la Condusef, el mercado de los microseguros no es atrctivo para las aseguradoras debido a los costos que implica mantener el negocio: los microseguros cuentan con pólizas de primas inferiores a 100 pesos y se requiere de personal que ofrezca estos productos en poblaciones rurales, por lo que el costo puede llegar a ser excesivo para las aseguradoras. En la actualidad solo 9 de las 78 compañías que integran a la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros cuentan con estos seguros.

El gran reto de las aseguradoras es disminuir sus costos de operación y acercar a las personas en zonas rurales o con escasos recursos, una educación financiera que les prevenga de situaciones de emergencia.

Otro reto para las aseguradoras es mejorar el diseño de sus productos: los microseguros tienen sumas aseguradas en promedio de 30,000 pesos, monto que puede ayudar a llevar los gastos mínimos de un funeral o la manutención de la familia durante poco tiempo.

Aunque aún no hay un estándar de estos microseguros, las primas mensuales oscilan entre los 100 y 600 pesos anuales, dependiendo de la aseguradora. Estos seguros pueden ser de vida, accidentes, daños materiales y en algunos casos se ofrece el beneficio de la repatriación del cuerpo en caso de que el asegurado haya sido migrante.

Algunas aseguradoras cuentan con primas de 150 pesos anuales, pagándose solo 13 pesos por semana, sin embargo no aplican cuando el asegurado padece una enfermedad previa como diabetes, VIH, hipertensión, entre otras.

Antes de contratar cualquier tipo de seguro es indispensable conocerlo a la perfección, leer todas las cláusulas y mantenerse al día cuando se advierte de posibles cambios o modificaciones sin previo aviso para evitar situaciones que nos dejen desamparados en caso de necesitar la cobertura contratada.

Si el seguro que contrató se niega a pagarle o a cumplir con lo establecido, acérquese a Lex & Co, somos un grupo de abogados de seguros expertos en la materia, nuestra garantía: obtener la resolución favorable a nuestros clientes o no cobramos honorarios. Llámenos y cuéntenos su caso.

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